En la fase inicial, deben elegirse la forma y dimensiones del recinto
compaginando al máximo los criterios acústicos y los estéticos. Es primordial
definir las dimensiones en función del tiempo de reverberación óptimo y el
aforo que tendrá la sala.
El
techo es la mayor superficie que puede transmitir el sonido de forma homogénea
hacia la audiencia. Su altura es vital en el diseño, ya que modifica el volumen
de la sala y la transmisión adecuada del sonido hacia la audiencia. En una sala
de conciertos suele situarse una placa reflectora detrás de la orquesta
(tornavoz) y también se sitúan paneles reflectores en el techo para dirigir el
sonido hacia la audiencia.
El
suelo del auditorio debe tener la forma más adecuada para limitar el fenómeno
de la difracción en las cabezas del público. Se puede demostrar que cuando se
preserva la línea de visión del escenario para cada oyente, no sólo se mejora
la percepción visual, sino también la auditiva. La disposición ideal del suelo
de un auditorio para preservar las líneas de visión del público con el
escenario es la espiral logarítmica, por lo que suelen utilizarse
aproximaciones de esta curva.
Factores que modifican las cualidades acústicas de una sala
Existen varios factores que modifican la acústica de una
sala. Algunos de ellos se basan en criterios objetivos, mientras otros lo hacen
en factores más intangibles. Por esta razón no existe una acuerdo completo acerca
de cuáles deben ser los valores de algunos de ellos para obtener una buena
acústica.
Reglas para obtener una buena acústica
El campo de la Acústica Arquitectónica no está del todo
desarrollado, ya que descansa fuertemente en juicios subjetivos y criterios
estéticos. Aunque se han realizado medidas y experimentos, no parece fácil
llegar a la definición definitiva de las características que hacen que una sala
sea buena desde el punto de vista acústico. Sin embargo existen unas normas
básicas que deberían cumplirse.
Es difícil que todas estas reglas se cumplan en un solo
recinto, por lo que pocos pueden clasificarse de buenos desde el punto de vista
acústico, unas veces por mal diseño y otras porque el uso que se les da no es
aquel para el que fueron construidos.
Ejemplos y simulaciones
Defectos acústicos y formas caprichosas
En una sala, los ecos se producen a menudo en superficies
planas orientadas en direcciones incorrectas, o en superficies cóncavas que
tienden a concentrar el sonido en algunos puntos. Un efecto muy molesto se
produce cuando dos paredes planas, buenas reflectoras del sonido, se sitúan una
frente a otra. Un sonido que se produce entre estas dos paredes se refleja en
ambas, rebota simultáneamente en una y otra, produciendo un eco similar a una
vibración. Este efecto puede evitarse recubriéndolas con un material absorbente.
Para superficies cóncavas, dependiendo de la distancia de la
fuente sonora a la pared y del radio de curvatura, puede producirse una
focalización o una dispersión de los rayos reflejados en la pared. Por esta
razón, cuando un conjunto orquestal se coloca frente a una pared curva, puede
ocurrir que cada grupo de instrumentos sea reflejado en una dirección diferente
a los demás, o que, debido a la focalización, la intensidad en algunos puntos
de la sala sea muy grande y en otros puntos prácticamente nula. Estos efectos
se producen en algunas construcciones, siendo quizás una de las más conocidas
la galería de los susurros de la Catedral de San Pablo en Londres.
ENTRADA GRUPAL.
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