Desde hace unos años se viene trabajando desde la ONGD Psicólogos sin Fronteras Madrid en torno a este nuevo trío de conceptos que vendrían a sustituir pero con vocación de continuidad el famoso Sexo, drogas y rock and roll.
La música es, sin duda, un excelente instrumento cultural de expresión de emociones, de comunicación, de movilización de actitudes y comportamientos, la música nos transmite estados de animo, mensajes, sensaciones, inquietudes o valores.
La música ocupa un papel preferencial entre los gustos de los jóvenes que consumen gran cantidad de tiempo y dinero en ella situandola en un lugar predominante entre sus elementos culturales más caracteristicos.
Hoy se admite casi unánimemente el papel de la música como factor central en el desarrollo de la cultura juvenil, en la configuración de la identidad social y personal de los jóvenes, en los hábitos de ocio y tiempo libre de los mismos, en sus expresiones culturales.
La música, es uno de los principales instrumentos a través de los que podemos analizar y conocer la cultura juvenil, de hecho, la música es, en si misma, un elemento cultural juvenil de primer orden. Con la música se transmiten valores y actitudes La música es un elemento central dentro del universo juvenil, los cantantes son ídolos y modelos de muchos jóvenes. Las drogas y la música, por otra parte, tienen una relación histórica clásica, desde el clásico lema: drogas, sexo y rock and roll. La música puede servir, por tanto, para conocer variables culturales clave del mundo que vivimos hoy y, en particular, puede servir para conocer a los jóvenes de los que muchas veces hablamos pero menos veces tratamos de escuchar y comprender, puede servir además, para desgranar variables de tipo cultural o social que pueden incidir de una u otra manera en el consumo de sustancias y en la gestión de otros riesgos si, como bien sabemos y es ampliamente reconocido hoy, los consumos de drogas solo pueden ser entendidos y explicados desde una óptica bio- psico-social.
Que hay relaciones entre drogas y música podemos constatarlo desde diferentes parámetros y puntos de vista, podemos acudir a la historia de la música para constatar la leyenda negra que envuelve a muchos cantantes y grupos vinculados a consumos de sustancias (Elvis Presley, Janis Joplin, Jim Morrison, Antonio Flores, etc.), los nombres de algunos grupos de éxito son tambien significativos: los porretas, Sociedad Alcoholica, o letras de canciones de ayer y de hoy como el mitico “Hoy no me puedo levantar” de Mecano, “vamos muy bien” de Baron Rojo o “litros de alcohol” de Ramoncin hasta el “España bebe, España se droga” de Siniestro Total, “Superjunkies” de Pereza, “Cannabis” de Skap o muchas de las canciones de Sabina, Melendi o Estopa.
Se puede tambien acudir a las posibles relaciones entre contextos de consumo ligados a la musica y consumo de sustancias, conciertos, raves, discotecas serían algunos de los escenarios más frecuentes de consumo juvenil.
Los jóvenes se encuentran inmersos en una relación cultural con la droga. Así por ejemplo, salir los fines de semana por locales donde se pone música y se baila, va muy asociado con el consumo de alcohol, es algo natural estar con los amigos sosteniendo una copa, es la imagen típica de la noche, es ahora cuando además, los fumadores ocasionales fuman y los bebedores ocasionales beben.
Estas relaciones musica- drogas han sido, sin embargo, muy poco investigadas de manera sistematica, no solo en nuestro país sino tambien fuera de nuestras fronteras salvo excepciones como los estudios de Amador Calafat o el pionero de Gamella y Roldan sobre los contextos de consumo del extasis. A partir de estas constataciones desarrollamos una extensa investigación sobre letras musicales (323 letras musicales con casi 500 referencias a drogas en ellas) para describir los topicos relacionados con las drogas que podiamos encontrar en un numero extenso de canciones así como para relacionar tipos de drogas mencionadas y estilos musicales, estableciendo diversas conclusiones :
Nos encontramos una alta presencia de estos tópicos en las letras analizadas y una amplia diferenciación en el trato que a las drogodependencias dan los diferentes estilos musicales analizados todo lo cual refuerza una la hipótesis de partida: la presencia acrítica y cultural del consumo de drogas entre los jóvenes lo que puede influir en una baja percepción de riesgos.
La presencia acrítica (muchas veces) y cultural del fenómeno drogodependencia en la música puede estar incidiendo en aspectos tan relevantes como la aceptabilidad, la percepción de riesgos, las actitudes y expectativas ante el consumo o las representaciones sociales.
Cuando los temas musicales, hablan de drogas, lo hacen en una amplia temática, como se ha podido observar, esto hace que su análisis haya sido dividido, pero, aún así, siempre que algo se intenta “encasillar” o clasificar pierde parte de su riqueza. Nosotros, hemos extraído aquellas partes donde se habla de droga, aunque sin duda la información completa queda para cuando se escucha la canción entera, lo cual no quiere decir que sea tremendamente enriquecedor conocer como se habla de drogas en las canciones.
Con los resultados obtenidos, vemos como las consecuencias de la droga, sean psíquicas, físicas, a corto o a largo plazo, es el tema que más se menciona y lo hace con mucha más frecuencia en es estilo rock. Sin duda un mismo párrafo puede aludir a más de un mensaje y explicar alguna de las consecuencias que la droga tiene es algo común en ellos. Esto podría interpretarse como un modo de aviso hacía no consumir, ya que “drogarse” tiene consecuencias, sin embargo, esto queda descartado cuando, en general, se esta dando un toque positivo hacia el consumo y la legalización, siendo muy limitadas las menciones en contra de la droga. Entonces, las consecuencias se tornan también positivas y en muchas ocasiones buscadas, como la borrachera. Las canciones que nos hablan de un proceso completo en el que se observe el deterioro de la persona que consumo podría mandar un mensaje de cautela hacia el consumo, sin embargo, son pocos los temas que tratan el tema del proceso completo de drogadicción. En mayor medida se encuentran los mensajes que señalan que consumir (sobre todo alcohol) es un buen método tanto para divertirse como para olvidar o evadirse de la rutina y los problemas. En ocasiones la droga se asocia a un determinado estilo de vida, cuando lo hace en su mayoría es a la marginación y la delincuencia, pero también lo hace a un rol sexual masculino (“beber es de hombres”), y en otras ocasiones asocia en consumo con el motivo directo que lo propicia.
El uso de metáforas es también un recurso muy frecuente. Éstas, dan un toque romántico y sutil al tema de las drogas, camuflan los mensajes de modo que en ocasiones han hecho que los propios autores de este trabajo nos hayamos sorprendido del contenido de canciones que conocíamos ampliamente pero no habíamos percibido que trataban de un tema de drogas. Esto puede estar sucediendo con muchas canciones que se conocen, se cantan, pero no se analizan.
Respecto al tipo de droga más señalada en las canciones, no cabe duda que es el alcohol, las diferencias que le separan del resto de las drogas es inmensa. No olvidemos que el alcohol es una droga de aceptado consumo cultural y legalmente hablando, esto facilita que se consuma y también que se mencione libremente. No ocurre lo mismo con otras drogas como la heroína, cuyo consumo se relaciona más con un modo de vida marginal. El tabaco pese a ser otra droga legal no tiene la misma atención que el alcohol y su mención es escasa.
Las diferencias entre los estilos nos arrojan un dato importante. En general el alcohol es la primera droga mencionada en todos los estilos, pero en el estilo punk lo hace de un modo más discreto, cediendo terreno a otras drogas, de modo que las menciones a los tipos de droga quedan más repartidos en este estilo. En general el estilo punk habla de más drogas (alcohol, heroína, cannabis, anfetaminas-speed-pastillas...). El pop da también cabida al tabaco en gran número de canciones, al igual que el rock, sin embargo, los cantautores dan este segundo plano tras el alcohol a la heroína. En general el pop y el rock hablan de “drogas blandas” y el estilo cantautor y en especial el estilo punk lo hacen de “drogas duras”.
En la música analizada, se habla de drogas en muchas ocasiones y cuando se hace, podemos decir que en general, se trata de un modo frívolo. Las drogas son algo divertido, que nos ayuda a pasarlo bien, a ligar, a salir con los amigos y también a olvidarnos de los problemas. En contadas ocasiones se muestran negativos hacia el consumo o se relatan las consecuencias plenas de una drogodependencia.
Eduardo Romero Herrera
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