Tratamiento acústico de un recinto:
Los recintos son la interfase entre una fuente de sonido, sea natural o
electrónica, y nuestro oído.
La respuesta de un recinto al sonido se ha estudiado desde tiempos
inmemoriales. Pero los avances más significativos se dieron en la primera mitad
del siglo XX destacándose los trabajos de W. Sabine, R. Bolt, V. Knudsen y F. Hunt
que, en los años '40, definieron matemáticamente el comportamiento de
recintos estimulados por ondas.
Los recintos se dividen en pequeños y regulares y grandes e
irregulares. En los primeros el tratamiento matemático es exacto, las
frecuencias de resonancia y las constantes de amortiguación pueden conocerse
con total certeza. En los segundos la complejidad geométrica se traduce en una
explosión combinatoria de ecuaciones a resolver, la matemática se vuelve
intratable y se apela a cálculos estadísticos a fin de obtener valores promedio
que faciliten su análisis. En los recintos grandes e irregulares aparece
el concepto de "campo sonoro difuso".
El objetivo del "tratamiento acústico de
recintos" es modificar la respuesta del recinto al estímulo de ondas
sonoras en un sentido conveniente. Los parámetros que se controlan con el
tratamiento acústico de recintos son: el tiempo de reverberancia, el grado de
difusión y, en alguna medida, la respuesta en frecuencia.
Los elementos que intervienen en el tratamiento acústico de
un recinto son: los paneles absorbentes, los paneles difusores, los paneles
reflectores y los resonadores. Estos elementos diseñados y colocados de manera
convenientes permiten obtener el recinto buscado.
Acústica variable:
Si un recinto está destinado a la música orquestal debe
tener un tiempo óptimo de reverberancia entre 0.8 y 1 segundo pero si está
destinado a música coral este tiempo se ubica entre 1.3 y 1.5 segundos. Un
recinto flexible, adaptable a todo tipo de música, requiere un sistema que
permita variar su acústica. Un sistema de acústica variable, entonces,
permitirá variar los parámetros del recinto, tiempo de reverberación,
difusión, etc., para todos los requerimientos posibles, logrando así un
recinto altamente flexible.
La variación de la acústica de un recinto se consigue
mediante paneles móviles, pueden ser rotativos, plegables o deslizables.Eduardo Romero Herrera
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