jueves, 31 de octubre de 2013

ACÚSTICA VARIABLE

Tratamiento acústico de un recinto:
Los recintos son la interfase entre una fuente de sonido, sea natural o electrónica, y nuestro oído.
La respuesta de un recinto al sonido se ha estudiado desde tiempos inmemoriales. Pero los avances más significativos se dieron en la primera mitad del siglo XX destacándose los trabajos de W. Sabine, R. Bolt, V. Knudsen y F. Hunt  que, en los años '40, definieron matemáticamente el comportamiento de recintos estimulados por ondas.
Los recintos se dividen en pequeños y regulares y grandes e irregulares. En los primeros el tratamiento matemático es exacto, las frecuencias de resonancia y las constantes de amortiguación pueden conocerse con total certeza. En los segundos la complejidad geométrica se traduce en una explosión combinatoria de ecuaciones a resolver, la matemática se vuelve intratable y se apela a  cálculos estadísticos a fin de obtener valores promedio que faciliten su análisis. En los recintos grandes e irregulares aparece el concepto de "campo sonoro difuso".
El objetivo del "tratamiento acústico de recintos" es modificar la respuesta del recinto al estímulo de ondas sonoras en un sentido conveniente. Los parámetros que se controlan con el tratamiento acústico de recintos son: el tiempo de reverberancia, el grado de difusión y, en alguna medida, la respuesta en frecuencia.
Los elementos que intervienen en el tratamiento acústico de un recinto son: los paneles absorbentes, los paneles difusores, los paneles reflectores y los resonadores. Estos elementos diseñados y colocados de manera convenientes permiten obtener el recinto buscado.
Acústica variable:
Si un recinto está destinado a la música orquestal debe tener un tiempo óptimo de reverberancia entre 0.8 y 1 segundo pero si está destinado a música coral este tiempo se ubica entre 1.3 y 1.5 segundos. Un recinto flexible, adaptable a todo tipo de música, requiere un sistema que permita variar su acústica. Un sistema de acústica variable, entonces, permitirá variar los parámetros del recinto, tiempo de reverberación, difusión, etc., para todos los requerimientos posibles, logrando así un recinto altamente flexible.
La variación de la acústica de un recinto se consigue mediante paneles móviles, pueden ser rotativos, plegables o deslizables.



Eduardo Romero Herrera

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