Inflamación o infección de oído.
La causa principal de esta enfermedad tiene que ver con el
funcionamiento de la Trompa de Eustaquio (comunica el oído medio con la rinofaringe),
debido a una alteración funcional y anatómica de esta. Otras causas pueden ser:
clima y factores ambientales (se da más en los meses fríos), infecciones
bacterianas de nariz y garganta, problemas alérgicos, amigdalitis…
En función de la zona del oído que afecte tenemos dos tipos
de otitis:
Otitis externa: se involucra al oído externo y al conducto auditivo externo. También se denomina como oído de nadador.
Otitis media: se involucra al oído medio (justo detrás del tímpano). Podemos tener tres casos: aguda (aparece de forma repentina y con dolor en un periodo breve de tiempo), crónica (no desaparece o aparece al poco tiempo, puede causar daños en el oído) y otro tipo llamado con derrame (aparece un líquido espeso detrás del tímpano pero no hay infección)
La enfermedad se da a conocer con una serie de síntomas como
pueden ser: en la forma aguda de la enfermedad, dolor de oído, fiebre,
tinnitus, con menor frecuencia se puede dar vértigo y parálisis facial. En la
otitis media el único síntoma que se puede dar es la hipoacusia o pérdida de
audición.
En esta foto vemos un oído normal a la izquierda y otro con
otitis a la derecha.
La otitis se diagnostica mediante una exploración otoscópica
y una exploración completa de cabeza y cuello. En la otitis media normalmente
se presenta la membrana del tímpano enrojecida, abombada y con escasa o nula
movilidad. En el caso de que la membrana haya sido perforada aparece una
supuración.
Aquí os dejo un vídeo donde se puede ver la comparación de un tímpano con otitis y otro que no está afectado.
Santiago Moro
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